VIDA NUEVA.
Todo comenzó en un día soleado, un cambio de domicilio, vida nueva, nuevo trabajo, experiencias nuevas... quizás el paso que debía de haber dado hace demasiado tiempo. No siempre se tiene la valentía de hacer un cambio en tu vida. Las cosas van sucediendo y las vas aceptando sin darte cuenta, hasta que un día no puedes más. No sabes por qué ese día en concreto te das cuenta de ello, solo sabes que te ahogas, lloras en silencio sin motivo, te miras al espejo y te falta luz, sonrisa, solo ves tristeza, melancolía...
Hoy por alguna razón el sol luce con mas fuerza, mi mente dice hasta aquí. Camino del trabajo llamo por teléfono, realizo unas gestiones y ¡boomm! vida nueva, se acabó.
A la mañana siguiente, mis ojos brillan, mi sonrisa vuelve aparecer, respiro, me siento viva. Agarro mis cosas, salgo de casa y mirando al cielo digo: ¡aquí voy de nuevo!.
Llego a la estación llena de energía, feliz, me subo al tren y la vida me ilumina. ¡No puede ser! me dije a mi misma. ¡Ahí está!, esa cara, esa sonrisa, esos ojos, esa forma de mirarme, ¡no ha cambiado nada!. Me quedé inmóvil, por unos momentos mi cuerpo temblaba, mi mente decía: ¡acércate!. Ese día la suerte estaba de mi lado, él se levantó, se acercó y como si los años no hubieran pasado comenzamos hablar.
Así fueron pasando los días, los meses y hoy por fin, tengo una cita con él.
Mi relación anterior fue un tormento, no es que quiera otra relación ni la necesito, pero, ¿qué haces cuando te reencuentras con tu primer amor y las mariposas vuelan en tu estómago?.
Continuará...

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